La empatía de los comunicadores
PERE JOAN MITJANS. Es un hecho habitual que los comunicadores (cargos políticos, directivos, conferenciantes, etc.) cuando presiden actos o dan conferencias y presentaciones, etc., acostumbren a llegar tarde y marchar rápidamente, excusándose casi siempre en su complicada agenda. Seguro que no piensan que están generando o manteniendo una distancia y frialdad con su público.
Algunos sin embargo, una vez finalizado formalmente el acto, se quedan unos minutos para conversar con los asistentes consiguiendo -a posteriori- una “aproximación” a los asistentes.
El caso que inspira este post es el de un alcalde electo por mayoría absoluta que suele anticipar su llegada al lugar del acto y aprovecha la ocasión para hablar, departir y agradecer al público su presencia. Probablemente estos minutos informales le sirvan para ampliar su campo de inspiración y poder demostrar en su conferencia su empatía refiriéndose a los temas surgidos en los comentarios previos (“como decía tal …”)
En cualquier caso, bien sea a través de las preguntas formales al final del acto o a través de la charla informal al principio, se trata de actitudes positivas que favorecen la proximidad, la confianza y empatía.
La disponibilidad para escuchar al público es una condición tan escasa como imprescindible para los comunicadores y dirigentes si su aspiración es alcanzar el liderazgo.