Proyecto financiado por CDTI con fondos de la Unión Europea. El objetivo del proyecto es la construcción de una herramienta que automáticamente aborde el problema de la identificación de noticias falsas y permita identificar y acotar las comunidades de usuarios que las propagan. El objetivo es la monitorización de las redes sociales y los principales sitios de internet para detectar de manera temprana las noticias falsas, sus rutas de propagación y el perfil de sus principales propagadores. Sobre la base de esta información, la herramienta proporcionará contramedidas tales como agregación de noticias (news aggregation) junto con las evidencias que las soportan, así como las comunidades y usuarios confiables que puedan ayudar a compartir y propagarlas, junto con su nivel de credibilidad.

Las redes sociales han potenciado un modelo nuevo de comunicación entre las personas. Sin embargo, eventos como las filtraciones de datos de Snowden o el reciente escándalo de Cambridge Analytica han llevado a la desconfianza generalizada de las personas con respecto a las redes sociales, hasta el punto de haberse creado una campaña global para la masiva auto-eliminación de cuentas de usuarios de Facebook. Noticias falsas y desinformaciones, redes de bots, y en definitiva, la manipulación, parecen estar a la orden del día en eventos como el Brexit, las elecciones estadounidenses, el Referéndum catalán o el conflicto diplomático de Qatar.

La desinformación puede llegar a tener implicaciones desastrosas no sólo a nivel social, sino también económico. Según Forbes, en 2013 se perdieron 130 billones (americanos) de dólares en el mercado de valores en cuestión de unos minutos después de que se publicara un tuit sobre una “explosión” que había herido a Barack Obama. Y es que el impacto de la desinformación también alcanza al entorno económico, en algunos casos como el anterior, con un efecto muy negativo.